Las situaciones vividas en las últimas semanas fueron difíciles para todos. Los eclipses y el solsticio abrieron canales por donde ingresaron nuevas energías venidas desde el centro galáctico.
Estas energías removieron todo a su paso. En lo externo, erupciones de volcanes, tornados, huracanes, inundaciones. En lo interno de cada uno de nosotros también se removieron las capas dormidas. Sentimientos de tristeza, de pérdidas, soledades que emergían desde lo profundo, tocar fondo. Los rayos de luz llegaban e iluminaban el sótano, nada podía esconderse ya.
No nos dábamos cuenta de inmediato, pero las energías llegaban e impactaban en nuestro cerebro, en nuestro campo energético. Primero una sensación de desconexión de todo lo que nos rodea, luego embotamiento, bloqueo mental y emocional y la sensación de nostalgia….
No podíamos seguir elaborando nuestros pensamientos como lo hacíamos antes, hubo un período de transición, de vacío mental y desconcierto, hasta tanto las nuevas energías se van acomodando en nosotros. Estamos en transición y transformación de nuestros viejos códigos a los nuevos códigos de luz.
Lo anterior no funciona más. Hay que dar el salto hacia lo nuevo, madurarlo e incorporarlo de a poco, integrar sin miedo las experiencias que se presentan. Llegó el momento de usar todo lo aprendido para crear la nueva realidad.
¿Qué pasa con las viejas formas, con lo que no se puede dejar aún? El secreto está en ponerle corazón, en insuflar el espíritu para trans-formar…
A veces pienso que seguir escribiendo los informes sobre lo mismo que muchas veces dije es repetir innecesariamente conceptos. Mi ser desearía estar en un profundo silencio de palabras para experimentar el verdadero lenguaje del cosmos, un lenguaje de sonidos y vibraciones, donde los planetas emiten pulsaciones electromagnéticas y nosotros somos esferas de conciencia viviente haciendo evolucionar la materia.
Para qué interpretar si el Sol está en oposición con Plutón y en cuadratura con Urano y por eso estalló el volcán o la planta nuclear. Se necesitan acciones prácticas para restablecer la vida en esos lugares, trans-formar los restos del naufragio…
¿Necesitamos ahora pronosticar el mañana a través de tránsitos planetarios y decir que va a pasar? El mañana se hizo hoy. Nuestra relación con los planetas es que somos seres en resonancia vibracional con todas las energías del cosmos.
Nosotros hacemos evolucionar el universo. El lenguaje de la astrología también está cambiando. “Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”
Más que pre-decir, habría que pre-venir, llegar antes de que sucedan las cosas. Los pre-cursores, los que abrieron el camino anteriormente no fueron escuchados, la sociedad mecanizada y consumista estaba muy ocupada en satisfacer sus deseos y consumir los recursos del planeta arrojando descartables por todos lados.
Los precursores, los visionarios, las almas despiertas se fueron reconociendo unos a otros por su luz, sus resonancias mutuas, su corazones en sintonía, poco a poco fueron tejiendo redes de comunicación y solidaridad para anclar la luz que estaba llegando, al principio silenciosa e imperceptiblemente, hoy se reúnen en círculos de sonidos mundiales, meditaciones masivas, aldeas con la nueva conciencia, banderas de la paz.
En las últimas semanas la historia de muchas personas está dando un giro de 180 grados. Lo que estaba arriba, lo que parecía seguro, quedó abajo. Y lo de abajo, lo escondido pasó arriba. Los egos sostenidos con soberbia se resquebrajaron. Los seres de silencioso trabajo interior emergieron con el poder del espíritu en acción. Lo femenino conduciendo amorosamente a lo masculino. La sabiduría del corazón siendo escuchada por las mentes racionales. Lo que nunca antes hubieras pensado que ibas a hacer, ahora está delante de ti. Los seres más cerrados (aparentemente) se están abriendo al cambio, porque ellos también son espíritus en evolución en esta tierra y las posibilidades son para todos por igual. Todo está cambiando. Llegó el ahora donde el espíritu se encuentra con la materia. La mente se rinde al corazón.
Todos estos eventos de fin de ciclo fueron anunciados muchas veces. Sólo que ahora se hacen más evidentes y más fuertes. El retumbar de terremotos, huracanes y volcanes pone al descubierto cuan indefensos están los humanos ante el poder de la naturaleza, justamente cuando el hombre creía que había conquistado gran parte de la vida sobre la tierra. Nada es seguro en la vieja energía, sin embargo algunos se aferran aún como lo único posible, otros van cambiando hacia las nuevas realidades.
Grandes cambios planetarios ya sucedieron en otras eras lejanas como la Lemuria y la Atlántida, algunos tendrán el recuerdo en sus memorias álmicas, otros venidos más recientemente desde algún lugar de la galaxia tendrán la añoranza de haber dejado un lugar de paz o equilibrio para venir a colaborar a este mundo en caos.
¿Misión, destino, propósito de vida? Recordar porque y para que estamos aquí es el gran desafío que atravesamos en esta etapa de nuestra evolución. El espíritu sabe. El yo humano revestido de una genética de cargas ancestrales continúa sacudiéndose limitaciones y heridas. Se abre el camino para la reconexión.
Estos meses son de una profunda transición hacia la sincronización del nuevo ciclo evolutivo de todo el planeta. No hay mucho para construir en el afuera, será de mayor resultado fortalecer los cimientos de nuestro ser verdadero dentro de la realidad en la que cada uno está. Quienes están centrados en su ser encontrarán un rápido avance, mucho acompañamiento y protección para este maravilloso camino de regreso a la verdadera vida.
Gracias por acompañarnos en la creación de la Nueva Tierra
Ana María Frallicciardi
Capilla del Monte. Córdoba. Argentina
ana.maria@aguilaazul.com.ar
www.aguilaazul.com.ar
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