La historia de las Frecuencias Solfeggio

Estas frecuencias de sonido originales, fueron aparentemente usadas en los Antiguos cantos Gregorianos, tales como el gran himno a San Juan el Bautista, junto con otros que las autoridades eclesiásticas, dieron como perdidos hace siglos. Los cantos y sus tonos especiales, según se dice, impartían una tremenda bendición espiritual cuando eran cantados en armonía, durante las misas. Estas poderosas frecuencias fueron redescubiertas por el Dr. Joseph Puleo, tal como se describe en el libro “Healing Codes for the Biological Apocalypse” (Códigos sanadores para el Apocalipsis Biológico), del Dr. Leonard Horowitz. Rindo homenaje a estos dos caballeros por el papel que les tocó desempeñar, ayudando a devolver estas frecuencias perdidas, a la humanidad.

Las seis frecuencias Solfeggio, incluyen:

UT – 396 Hz – Liberación de culpas y miedos
RE – 417 Hz – Deshacer situaciones y facilitar los cambios
MI – 528 Hz – Transformación y milagros (reparación del ADN)
FA – 639 Hz – Conexiones y Relaciones
SOL – 741 Hz – Despertar de la Intuición
LA – 852 Hz – Retorno al Orden Espiritual

Por ejemplo, la tercera nota, frecuencia 528, se relaciona con la nota MI de la escala y se deriva de la frase “MI-ra gestorum”, que en latín, significa MILAGRO. Sorprendentemente,esta es la frecuencia exacta usada por los biogenetistas para reparar el ADN roto, el programa genético sobre el cual se basa la VIDA!!

Una pequeña historia

Hacia el cambio de siglo, el concepto de ADN, entró en el consciente colectivo del mundo. Nosotros hemos encarnado en esta experiencia humana, como seres divinos, con un programa, un “set” de instrucciones. Sabemos que un muy pequeño porcentaje (un 3%) de aquellas instrucciones, resuelve nuestra fisiología.

Carl Sagan dijo que la mayor parte de nuestra información genética (aproximadamente un 97%, es ADN no utilizado. El se refería a esto como un “galimatías genético”. ¿Es posible que la mayor parte de lo que somos, aún esté dormida como nuestro potencial humano?

En el viejo paradigma religioso, “potencial” permaneció como un misterio para la mente humana, es por eso que acuñamos un término místico llamado ESPIRITU. Espíritu, fue algo distante de lo que éramos, algo que no teníamos, y que solo podría ganarse a través de los sistemas de la mayoría de las religiones.

El viejo paradigma y su premisa establecían que nosotros comenzamos como seres en el útero de nuestras madres. Teillard de Chardin, nos dice que no somos seres humanos tratando de vivir una experiencia espiritual, sino seres espirituales teniendo una experiencia humana.

Esta elevación de la percepción, causa una tremenda diferencia en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos, en esta tercera/cuarta dimensión de tiempo-espacio continuo...

¿Como se perdieron las Frecuencias Solfeggio?

Descubrí, que esas poderosas frecuencias fueron brindadas a la iglesia, muchos años atrás para un propósito espiritual. Esto fue hace mucho, cuando la iglesia era un lugar maravilloso para la gente en los pueblos, para reunirse. La Iglesia, servía como un lugar social, político y espiritual. La gente asistía a la Misa, la cual, en esos tiempos, se decía en latín (hasta el Concilio Vaticano II). Cuando la gente cantaba en Latín, o en tonos musicales, era muy poderoso, porque se conseguía atravesar todas las formas limitadas de pensamiento, hacia niveles más profundos del subconsciente, accediendo a percepciones más allá del sistema de creencias.

Tal como lo describe la Dra. Candice Pert, energía y vibración se dirigen todo el tiempo hacia niveles moleculares. Ella sostiene que tenemos 70 receptores diferentes en las moléculas y cuando la vibración y la frecuencia alcanzan ese nivel, comienzan a vibrar.

Además, ella observó “cuando comienzan a vibrar, se organizan para tocarse unas con otras, para hacerse cosquillas, jugar, y montarse unas sobre otras”. Es un ritual de danza completamente energético, a niveles celulares, que abren los cromosomas y expone el ADN a las frecuencias. Cuando entonamos, hacemos cánticos, o percusión, esto puede ser una forma de dirigir la energía para propósitos de transformación.

Vibración y sonido pueden ser usados, como la mayoría de las cosas, con una intención positiva, o una negativa. Usados negativamente, esto no es más que control y manipulación. La mayor parte del mundo, ha sido construida sobre el control y la manipulación, por la forma en que nos comunicamos a través del lenguaje. Muchos textos diferentes, como La Biblia, nos hablan de la importancia de hacer sonidos – sea con cantos, percusión, o hablar en lenguas (como los carismáticos fundamentalistas hacen), todas son formas diferentes con que las personas pueden acceder a niveles más profundos de sí mismos. Yo sugiero que las Tonales de Solfeggio, son una de las más puras maneras de hacerlo con intención positiva.

Cuando el Dr. Joseph Puleo estaba investigando los tonos, se dirigió a Monseñor, en una universidad en Spokane, WA, quien estaba al frente del departamento medieval. Luego de 20 minutos de conversación..:

JP : “Puede usted descifrar el Latin Medieval?”

M: “ Absolutamente”

JP : “Y conoce usted la escala musical y todo?”

M: “Absolutamente”

JP: Bueno…podría decirme que significa “UT –queant laxis’?

Luego de una breve pausa…el Monseñor espetó… ”No es de su incumbencia”

Y cortó.

Adicionalmente, a medida que el Dr. Puleo investigaba los tonos más allá, dio con un libro de cantos Gregorianos, por el Profesor Emeritus Willi Apel, quien argumentaba que los cantos que se usaban hoy día, eran totalmente incorrectos, y minaban el espíritu de la Fe Católica”. Además el Profesor Apel, reportaba que “ciento cincuenta y dos cantos, estaban aparentemente desaparecidos. La Iglesia Católica presumiblemente “perdió” estos cantos originales. Los cantos estaban basados en la antigua escala original de seis notas musicales llamadas “El Solfeggio”.

Créanme, nada está perdido, fueron expresamente puestos fuera del alcance, sin embargo, no pudieron esconderlos de las masas, lo cual está energéticamente ubicado dentro del Alma.

De acuerdo al Profesor Willi Apel, “El origen de lo que ahora llamamos Solfeggio, surgió desde un himno medieval a Juan el Bautista, el cual tenía la peculiaridad de que las primeras seis lineas de la música, comenzaban respectivamente con las primeras seis sucesivas notas de la escala, y así la primera sílaba de cada línea era cantada en una nota un grado más alta que la primera sílaba de la línea que la precedía. Gradualmente, estas sílabas llegaron a asociarse e identificarse con sus respectivas notas, y a medida que cada sílaba terminaba en una vocal, se encontraba peculiarmente adaptada para el uso vocal. La clave “UT”, fue artificialmente reemplazada por “DO”. Guido D’Arezzo fue el primero en adoptarlas en el siglo XI, y Le Marie, un músico francés del siglo XVII, agregó el “SI”, como séptima nota de la escala, para así completar la serie”.

Investigaciones posteriores establecen que, “El Papa Juan, fue más tarde canonizado –Saint Iohannes- y luego la escala, fue cambiada. La séptima nota “SI”, fue agregada a partir de las iniciales de su nombre. Más tarde “SI”, cambió a “TI”. Estos cambios alteraron significativamente las frecuencias cantadas por la gente. Las alteraciones también debilitaron el impacto espiritual de los himnos de la Iglesia. Porque la música se sostiene en una resonancia matemática, frecuencias capaces de inspirar espiritualmente a la humanidad, para ser más “como Dios”, los cambios afectaron alteraciones en el pensamiento conceptual también, distanciando a la humanidad de Dios. En otras palabras, cuando cantas un salmo, esto es música para los oídos. Pero fue originalmente concebido para ser música para el alma, y también para el “oído secreto”. Así, cambiando las notas, las grandes matrices de pensamiento y un amplio bienestar, fue impedido. Ahora, es tiempo de recobrar esas notas perdidas.

Había escuchado de DO, RE, MI, FA, SOL, LA, TI (SI), DO. Particularmente he respondido a esto cuando escuché esa canción por Julie Andrews en “El Sonido de la Música” (N del T: La Novicia Rebelde). Literalmente tuve una “ quemazón cerebral” y esto...está enterrado en mi cerebro, y la veo a Julie ascendiendo a la montaña en la película. No me había dado cuenta que esta, era una segunda escala, una modificada. La escala del Solfeggio original era realmente: UT, RE, MI, FA, SO, LA.

Buscando en las definiciones de cada una de las sílabas originales, usando entradas ocultas desde el Diccionario Webster, y el Original Apocrifa Griego, determiné que esas frecuencias originales pueden ser usadas para : Cambiar la amargura en alegría, ayudar a la persona a conectar con su Fuente, para traer milagros sucesivos, reparación del ADN, conexión con la familia espiritual, resolviendo situaciones y volviéndose más intuitivos, y finalmente, poder retornar al Orden Espiritual. A través de la música, esos tonos pueden ayudar a que todos los canales permanezcan abiertos y mantengan la fuerza vital (el chi), literalmente fluyendo a través del sistema de chakras, libremente. Si esto es así, ¿que es lo que las seis frecuencias electromagnéticas lograrían como para ser colocadas dentro de los himnos “perdidos” y cantos gregorianos?

Se trata de asistir a los otros. No es para ser sus “Sanadores”, pero sí para ayudarlos en el conocimiento acerca de quiénes son y conectarlos con su verdadera Fuente. Se trata de proveer una atmósfera de “no-juzgamiento”, un Espacio Sagrado, para el propósito de que se sanen a ellos mismos. Deberíamos estar constantemente enseñando, mientras ayudamos a la gente. El viejo paradigma nos enseñaba a reservar la información entre los profesionales. El nuevo paradigma es compartir la información, y darle poder al cliente. Cualquiera sea la disciplina con la que trabajes, Reiki, masaje, Claves tonales, u otras modalidades que estés usando, deberías sentir que has otorgado poder a esa persona, para que pueda extender su información a alguien más. La Sanación, en lo que respecta a nuestra evolución, se traduce en reconectar nuestros filamentos adicionales de ADN. La Sanación es además, ayudar a la persona a restaurarse a sí mismos, y llevarlos a un estado de Plenitud Espiritual.

El 3, 6 y 9

Como vemos, las seis frecuencias originales de Solfeggio, usando el método pitagórico, encontramos que la base de los números vibracionales raíz, son 3, 6 y 9. Nikola Tesla nos dice: “Si tan solo conociéramos la magnificencia de los números 3, 6 y 9, podríamos obtener la clave del Universo”.

John Keely, un experto en tecnologías electromagnéticas, escribió que las vibraciones de “terceros, sextos y novenos, eran extraordinariamente poderosas”. De hecho, probó que “las terceras vibratorias antagonistas, fueron miles de veces más poderosas para separar hidrógeno de oxígeno, en agua que el calor”. En su “Fórmula para la Desintegración Acuosa”, escribió que “la disociación o desintegración de ambos elementos componentes simples, sean gaseosos o sólidos, una corriente de antagonistas vibratorios en terceras, sextas o novenas, en forma de acorde, puede compeler subdivisiones progresivas. En la desintegración del agua, el instrumento se programa en terceras, sextas y novenas, para lograr los mejores efectos”.

En el libro del Genesis, se indica que fueron seis los días para la creación. Muchos hablan aún acerca de la semana de la Creación – o siete días, y la Biblia Cristiana, muestra el número siete como el número de la completud. ¿Porqué el siete? Seguramente se debe a la influencia de la cultura del Cercano Oriente en los tiempos de Jesús, cuando se creía que solo existían siete planetas.

Cuando se disputa por agregar el séptimo número, esto me lleva místicamente a un artículo del Discover Magazine. En su más reciente libro “Solo seis números”, Rees a argumenta que en los seis números, subyacen las propiedades físicas fundamentales del universo, y que cada una, posee el valor preciso que se requiere para que la vida florezca. En apoyo a esta premisa, él se reunió con un número de cosmólogos y astrofísicos, de línea intelectual abierta (eso sin mencionar a los filósofos, teólogos y lógicos), desplegando todo el camino hacia atrás, hasta Galileo, quien se preguntara: ¿Por qué estamos aquí?. Tal como Rees lo expresa “Los seis números constituyen la receta del universo”. El agrega que si cualquiera de los números fuera diferente, aunque sea en un grado minúsculo, no podría haber estrellas, ni elementos complejos, ni la vida, extraído de Discovery Magazine). Tal como muchos autores especularon, ¿podrían ser estos tonos, los que hayan intervenido milagrosamente en Jericó, durante seis días, para derrumbar las murallas el día numero siete? Algunos científicos ahora sostienen que si nosotros hemos sido creados, podríamos haber sido “cantados” para traernos a la existencia. ¿Es posible que los seis días de la Creación mencionados en el Génesis, representan las seis frecuencias fundamentales que originaron el universo?

Eruditos religiosos, creen que ambos eventos ocurrieron como resultado de los sonidos, hablados o ejecutados.

Otros científicos, incluyendo los genios de Nikola Tesla, Raymond Rife, e incluso Mozart, Haydn, Beethoven y Chladni, todos, deben haber sabido al respecto, y usaron el concepto del poder inherente de las terceras, las sextas y las novenas. Por eso, convenimos en estos tres números poderosos: el 3, el 6 y el 9. Cada una de los seis tonos claves del Solfeggio, todos se incorporan individualmente el esquema pitagórico del 3-6-9. De hecho, porque hay dos juegos de 3-6-9 (anagramas) en el Solfeggio, son aún mucho más poderosos como combinaciones que sirven como “portales” hacia otras dimensiones ¡!!.

Entonación exacta – Doce tonos de igual temperamento

Tal como observáramos antes, otra razón, por la cual las frecuencias del Antiguo Solfeggio llegaron a “perderse”, fueron los cambios en las prácticas de entonación, a lo largo de la historia. El método standard de entonación de los últimos doscientos años, es bastante diferente de las prácticas de entonación de la antigüedad, hasta el siglo XVI. Estas prácticas de entonación antigua, usaban un sistema conocido como la Entonación Exacta. La práctica de entonación adoptadas por las culturas occidentales durante los siglos dieciseis, diecisiete y dieciocho, son usadas todavía, y se conocen como los Doce tonos de igual temperamento. La explicación de los fundamentos para estos sistemas de entonación, son de gran complejidad como para este artículo, pero la siguiente cita del libro escrito por David B. Dooty, titulado “Manual de la Entonación Exacta”, podría darnos una idea del confinamiento al que fuera relegada la música. “Esencialmente, la música ha sido colocada en una caja de limitaciones”, como resultado de la rigidez impuesta por los standares de entonación de los doce tonos, aún usados hoy día.

“Pese a que es difícil describir las especiales cualidades de los intervalos de Entonación Exacta, para aquellos que nunca los han escuchado, palabras como claridad, pureza, suavidad y estabilidad, vienen rápidamente a nuestra mente. Los intervalos supuestamente consonantes y acordes del temperamento de los Doce Tonos, desviados por simples razones de variaciones de grados, suenan ásperos, agitados, o turbios en comparación.”

La Entonación Exacta, puede ser hallada en muchos de los grandes Padres de la Música Clásica, Beethoven y Haydn, solo por nombrar a algunos. Ellos no usaban el temperamento de los Doce Tonos, y pienso que es porque tenemos una experiencia más rica cuando escuchamos música que fuera compuesta varios cientos de años atrás. La música clásica basada en la Entonación Exacta, nos da un rapport diferente respecto del tiempo-espacio, y nos lleva hacia el interior de nuestros chakras superiores.

Los cantos de los nativos americanos, muchas veces se basan en la Entonación Exacta. Los cantos pueden sonar monótonos, pero estamos descubriendo que dentro del sonido monótono, existen armonías multidimensionales.

Como estos tipos diferentes de tonos afectan nuestra salud

Consecuentemente, a partir de que toda la música de nuestro mundo contemporáneo (desde comerciales hasta modernos himnos y sinfonías), han sido compuestos utilizándola escala de Doce Tonos, toda ella tiene límites vibracionales. Como resultado la frecuencia vibracional de los tonos de la música moderna, puede crear situaciones como “encierro mental”, emociones inútiles o suprimidas, y pérdidas de conciencia real basadas en el miedo, todas las cuales tienden a manifestarse en síntomas físicos de “enfermedad”.

Esto, en contraste con la música creada a partir de la Escala del Antiguo Solfeggio, la cual estimula la vibración de creatividad expansiva, resolución rápida y sencilla de los problemas, y salud holística.

Nuevamente, deberíamos notar que a pesar de que algunas de las notas contemporáneas se aproximen al Solfeggio, no tienen las mismas frecuencias que los tonos antiguos. Por ejemplo: el tono del Solfeggio correspondiente a MI, vibra a 528Hz. El más aproximado y comparable de los modernos, es el DO (C para la notación musical americana), sobre el medio C, el cual vibra a 512 Hz. Nuestras investigaciones indican que las frecuencias vibracionales contenidas en los tonos del Solfeggio, mantienen sus potenciales sanadores originales.

Para saber más te recomendamos ver estos videos:

http://www.youtube.com/watch?v=L87htawzuD8

http://www.youtube.com/watch?v=sM8ZAvwxg-w&feature=related

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