La Melodía Ininterrumpida

Comprendiendo la ciencia del Naad Yoga

Por Mata Mandir Singh

El término Naad significa simplemente sonido. Yoga significa unión
o "unir". El objetivo del Naad Yoga es la unión con el
sonido. Para entender lo que esto significa hemos de pensar en la
naturaleza misma del sonido. En términos yóguicos hay dos tipos de
sonidos en el Universo, sonidos Ahad y sonidos Anahad. Los sonidos Ahad
son los que crea algo por algo que golpea otra cosa. Si punteo la cuerda
"A" de mi guitarra, vibrará 440 veces por segundo, creando en
el aire una vibración que transmitirá al entorno circundante ese
ritmo preciso.

Ése es un sonido Ahad. El viento soplando a través de los
árboles, la respiración rozando las cuerdas vocales y la boca
– son sonidos Ahad. La vibración del sonido Ahad tiene que viajar
por la materia, porque esas vibraciones sonoras se transmiten a
través del movimiento de estructuras moleculares.

Anahad quiere decir literalmente melodía ininterrumpida. En la
cosmología y la ciencia yóguicas se dice que el Universo está
hecho de sonido. Toda materia está vibrando a determinadas
frecuencias. Las rocas y piedras tienen una frecuencia muy lenta y baja.
El color y la luz tienen una frecuencia alta y pueden viajar a través
del espacio vacío. Más allá de todos los fenómenos
físicos y materiales está la vibración sonora creativa
primigenia que empezó con la creación. En el Cristianismo se llama
El Verbo. Los Sikhs lo llaman Naad. Es lo que los científicos
denominan "radiación cósmica" – el sonido creativo que
no ha cesado desde el Big Bang. Los yoguis lo llaman Anahad.

Independientemente de cómo lo llamemos, está constantemente
vibrando, creando, y expandiendo el Universo – infinitamente, sin
fin.

Más allá de la capacidad de la mente para captarlo, sólo queda
rendirse para escuchar el sonido Anahad y contemplarlo con asombro. Como
dijo Guru Nanak, el primer Gurú Sikh, Keeta Pasao, eko kavao, tis teh
hoe lakh dhariou. Kuderat kavan kahaa veechar varia na javai ek vaar, es
decir: "Una palabra de Él y todo el universo se hizo y millones
de ríos de vida florecieron. Yo no tengo poder parar describir Tu
grandeza, oh Señor".

Diseñado para el Sonido

Gurú Amar Das (el tercer Gurú Sikh) dice en el Anand Sahib (Canto
de Éxtasis):

Oh, oídos míos, fuisteis creados para oír sólo el Verdadero
Nombre,

Y por esta razón fuisteis dados a un hombre – para que podáis
escuchar la Palabra (anahat),
Que al ser escuchada, hace florecer mente y cuerpo

Y llena la boca con el néctar de su Nombre

El cuerpo humano está diseñado para el Naad Yoga. Los oídos
están hechos para llevar el patrón y la frecuencia exacta de la
vibración sonora que como en un embudo atraviesa el oído externo y
golpea el tímpano, creando una réplica perfecta de ese rango y
frecuencia vibratorios. Entonces dicha vibración se transmite a los
tres huesecillos del oído interno, y luego por el canal interno y su
mecanismo, hasta llegar directamente a los sistemas neuroendocrinos del
cerebro y el cuerpo físico. Meditando profundamente (shunia) en los
sonidos primarios – mantras sagrados y poesía (Gurbani), podemos
experimentar un profundo despertar del potencial humano.

La presión de la lengua en los meridianos del paladar alto y la
acción de los labios, nariz, garganta y zonas del cuerpo por donde
pasa el aire, se relacionan directamente con secreciones químicas y
hormonales en el cerebro y el sistema glandular. A través del sonido,
el habla, la recitación, el canto –comunicación– podemos
tener un efecto científico directo sobre nuestro nivel de consciencia,
así como sobre la salud y bienestar físico nuestro y el de los
demás.

En una ocasión, durante mis primeros tiempos de práctica
yóguica, me encontraba en un estado mental muy desequilibrado. Se
trataba de un estado de duda total que se llama Shakti Pad. Por aquel
entonces simplemente diría que estaba "rallado". Tuve la
oportunidad de hablar sobre ello con mi maestro espiritual, Yogi Bhajan.
Se encontraba en el lugar para dirigir un curso de Tantra Yoga Blanco,
al que no asistí, y preguntó dónde estaba yo. Mis amigos le
dijeron "está rallado". "Id a buscarlo", contestó
él. Y yo le dije "Señor, dudo de todo y no puedo meditar ni
hacer yoga". Me miró y dijo: "Todos los planetas, lunas,
estrellas y sistemas solares giran en ciclos y patrones con un ritmo y
armonía perfectos".

Simplemente coge uno de tus instrumentos y toca con él patrones
rítmicos melódicos, así llegarás al equilibrio y la
armonía". Entonces me contó que cuando era adolescente en
India solía practicar un arte marcial llamado Gatka, y que sus
oponentes siempre le daban en la cabeza cuando practicaba.

Su profesor le dijo que estudiara tabla (tambor indio) y que al dominar
el ritmo, dominaría el arte de luchar.

Entonces Yogiji me mandó al Punjab (India) y me sugirió estudiar
Gatka, tabla y kirtan (cantos sagrados), lo hice y desde entonces estoy
agradecido por aquella oportunidad.

El estudio en profundidad del ritmo llamado Taal, así como el estudio
de la melodía llamado Raag, son otro componente importantísimo del
Naad Yoga. Ambos conforman lo que conocemos como música. El poder
sanador de la música se ha documentado ampliamente en los últimos
años, y hasta la Biblia lo ilustraba en la famosa historia de David
que con la música del harpa cura al Rey Salomón. Los antiguos
videntes de la India entendían este poder transformador, y era
habitual cantar mantras y escrituras como un modo de aumentar su poder
meditativo.

Sonido simpático

Imagina por un momento que el cuerpo humano es un instrumento, uno de
esos instrumentos indios como el Sitar o el Sarangi, que además de
las cuerdas que se pulsan o se tocan con un arco, tienen otras
cuarentaitantas cuerdas que nunca se tocan pero que son
"simpáticas". Cuando se tocan las otras cuerdas, establecen
frecuencias vibratorias que empiezan a hacer sonar las cuerdas
simpáticas, delicadamente sintonizadas con ellas. Estas cuerdas
captan la frecuencia y el patrón vibratorio de las notas que se tocan
y empiezan a sonar y crear armónicos increíbles sin ser tocadas
físicamente. El diseño de estos instrumentos es lo que les da su
sonido único y meditativo.

El organismo humano tiene un diseño similar. En términos
yóguicos, tenemos el canal central de energía pránica
(shushmana) que corresponde a la columna vertebral. A cada lado están
ida y pingala, las energías de la luna y del sol. Piensa en ellos como
en las cuerdas que se tocan. Estos canales de energía conectan con
72.000 nadis (canales de energía) que se corresponden aproximadamente
con el sistema nervioso, y que se extienden por todo el cuerpo. Piensa
en ellos como si fueran las cuerdas simpáticas. Lo que vibremos en el
shushmana empieza a generar una vibración simpática en ida y
pingala, y a través de los nadis se transfiere esa vibración a
todas las células del cuerpo.

Si no somos conscientes cuando hablamos de qué estamos vibrando,
podemos lanzar olas de negatividad, falta de confianza y de armonía.
Esto tiende a deteriorar el estado de salud y bienestar.

Por el contrario, podemos elegir conscientemente un mantra, escritura,
comunicación armónica y sonidos musicales que nos eleven, sanen y
equilibren. Naad Yoga es la práctica y la experiencia de todo esto a
un nivel muy práctico y científico de autoconocimiento.

Cada Jap, o repetición, de estos sonidos sagrados borra una capa de
irrealidad que nos hace identificarnos erróneamente con el ego, y
abre nuestros canales internos a la energía Divina de Dios. Es una
cuestión de conciencia, química cerebral, patrones y frecuencias
vibratorios, y la Gracia de Dios.

Mata Mandir Singh ha estudiado música desde los 7 años y empezó
el estudio y la práctica de Kundalini y Naad Yoga con Yogi Bhajan
cuando tenía 19 años. Ha grabado unos 20 CDs de música
meditativa y mantras, ofrece conciertos y talleres de Naad Yoga por todo
el mundo. Visita www.yogaofsound.com

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